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  • 12 de marzo de 2011

    Cenizas de madera
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    Nicolás Leblanc (1742-1806 fue un cinetífico francés inventor de la sosa comercial (carbonato de sodio) a quien debe mucho el sector forestal y ha pasado a la historia por haber desarrollado el procedimiento que lleva su nombre para la obtención de la sosa o carbonato de sosa a partir de fuentes no orgánicas. En efecto en aquella época se usaban para ello la ceniza de madera. La ceniza de plantas (madera, rastrojos, etc.) tiene un alto contenido de potasiocalciomagnesio y otros minerales esenciales. 

    La demanda de este recurso estaba poniendo en peligro los bosques europeos  ya que lo requerían la industria textil, la porcelana, el papel y los jabones, entre otros.  En Francia la mayor parte de estas cenizas se importaban de España además a un precio muy elevado.

    El problema era tan preocupante para Francia que el rey Luis XVI ordenó a la Academia de Ciencias que ofreciera un premio o recompensa para quien presentara un procedimiento eficaz. Leblanc asumió el reto y desarrolló en 1789, en la Universidad de Paris, un procedimiento por el que logró ccristales de sosa a partir de piedra caliza en un procedimiento estandar de tres fases.

    Leblanc ganó el premio, y en 1791 patentó el procedimiento y abrió una primera fábrica en Saint Denis. Sin embargo, al poco estalló la Revolución, la fábrica fue confiscada y fue obligado a revelar los secretos de su procedimiento.

    Pasada la Revolución, Leblanc intentó hacer valer sus derechos sin conseguirlo. Su precaria situación económica le llevó finalmente al suicidio. Más tarde le llegó ese reconocimiento en forma de una pequeña pensión a sus herederos.

    Solvay encontraía más adelante un sistema mucho más eficaz, pero gracias a Leblanc, los bosques europeos dejaron de estar sometidos a una gran presión que podía haber dañado seriamente su desarrollo futuro. 



Maderamen 350