Una de las preocupaciones que se han debatido recientemente dentro del Comité de Productos de Protección Pasiva contra Incendios de TECNIFUEGO-AESPI, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios y Patronal del sector, es el de la morosidad. Al ser un área de actividad ligada al de la construcción se ha visto involucrada de lleno en las dificultades financieras y de liquidez de este sector.
A pesar de la reciente promulgación de la Ley 15/2010 de Morosidad, aprobada hace un año (7-7-2010) de la que se esperaba la solución de una situación que estaba –y está- atenazando duramente al sector desde hace tres años, en un balance reciente realizado por la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM), se calcula que el 25% de las 450.000 empresas que desaparecieron en España con la crisis pueden deber su cierre a retrasos en los cobros o directamente a los impagos.
Cepyme denunció igualmente durante el mes de junio que algunas administraciones locales y autonómicas están pagando con retrasos que alcanzan los 500 días. Según esta patronal, la deuda de las administraciones está contribuyendo a la desaparición de empresas y a la destrucción de empleo, por lo que ha exigido que se cumpla la Ley de Morosidad.
Los problemas de financiación y la morosidad son el mismo problema para las pymes, es decir, falta de liquidez que les impide sostener su actividad. “La solución –han comentado fuentes de Cepyme- es que quien deba dinero que lo pague y que las entidades financieras cumplan con su obligación, que es prestar dinero a quien lo necesita".
Y si nos ceñimos al sector de la construcción que es el que repercute de lleno en el de la protección pasiva contra incendios, en unas jornadas de debate dentro de la feria Construmat de este año, el director de CEPCO, Luis Rodulfo, puso sobre la mesa una serie de datos bastante inquietantes y que deberían resolverse sin dilación:
Son datos muy serios que muestran la clara preocupación de todo un sector que está arrastrando a otros subsidiarios, y en concreto a este nuestro de la seguridad pasiva contra incendios, y a sus pequeñas y medianas empresas. Por ello, nos preguntamos: ¿se va a cumplir la Ley aprobada hace un año?, ¿se está planteado al Gobierno algún tipo de medida que resuelva –o al menos aligere- esta situación? Esperemos que entre todos podamos encontrar la mejor solución real que frene este alud que se hace ya insoportable.