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  • 11 de julio de 2017

    La jungla eléctrica de Ariane Patout y René Müller. Un interesante ejemplo de land-art
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    La electricidad está en todas partes en el mundo 2.0. Pero somos conscientes? Esta energía que participó en la revolución industrial está tan presente que se ha vuelto invisible. Sin embargo, nuestros hogares, fábricas, las computadoras, los teléfonos inteligentes y ya nuestros vehículos están todos conectados a esta energía. La alta tecnología moderna nos hace olvidar que el transporte de energía eléctrica sigue siendo idéntica a su creación: el cable de alimentación. Muy poco enterrados, estos cables están bien asimilados en nuestros paisajes urbanos y rurales, sólo tiene que forzar un poco de mirar a notar, con temor.
    Artistas Ariane Patout y René Müller revelan la capacidad de penetración de estos cables, la instalación de ellos en este valle que está desprovisto de ellos. Esta realidad olvidada aquí salta a los ojos, como una bofetada en el paisaje natural para recordarnos cómo ha entrado en nuestros paisajes cotidianos.
    Los postes eléctricos que están muy presentes en el paisaje urbano nos muestran nuestra mayor dependencia de este descubrimiento: lo que nos permite cocinar al final, lo que nos permite estar conectado al ritmo acelerado de la vida en la civilización, en una red de cable bajo una selva électrique. En nuestros paseos la naturaleza nos ha desconectado de la selva eléctrica pero realmente conectada contra una selva natural que corre a un ritmo diferente, donde el confort y la velocidad que tenemos sobre la electricidad desaparece y entrar en otra dimensión . 


Maderamen 350