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  • 30 de abril de 2019

    Propuestas de Ingenieros Industriales de Cataluña sobre la propagación de incendios por fachada
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    En los últimos años, desde las principales asociaciones de Europa se viene trasladando la inquietud sobre la propagación del fuego por fachadas. Recientemente, el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña emitió un comunicado con las conclusiones de un estudio en el que han participado expertos de distintas áreas de la construcción e ingeniería, entre los que se encontraba un representante de TECNIFUEGO del área de protección pasiva.

    Por su interés, trasladamos un  resumen de conclusiones y propuestas del  Estudio, coordinado desde la Comisión de Seguridad de Enginyers Industrials de Catalunya.

    “La normativa española sobre propagación de incendios por fachada es deficiente y necesita una revisión ya que no distingue los medios de protección, según las tipologías de fachada; y la clasificación de reacción al fuego de productos y materiales es de las más permisivas”.

    Propagación de incendios por fachadas

    “Numerosos incendios en los últimos años evidencian que la propagación del fuego por fachada ha cobrado im­portancia y que el riesgo de incendio se ha incrementado a raíz de la evolu­ción de los sistemas, materiales y pro­ductos de fachada.

    El incendio en la Torre Grenfell y sus consecuencias, ha llevado a países como Reino Unido —tradicionalmente rigurosos en materia de seguridad— a plantearse una revisión de varios as­pectos de su marco regulador.

    El marco regulador en España

    El marco regulador en España necesita de revisión porque presenta deficiencias que deben ser corregidas actuando del lado de la seguridad de los usuarios, ya que, aunque en caso de incendio, siem­pre hay riesgo para la vida; este riesgo aumenta en determinadas circunstanci­as como son la altura y el uso de deter­minados sistemas, materiales y produc­tos de fachada.

    Actualmente, existe un amplio consen­so de la necesidad de definir un escena­rio único de ensayo a gran escala para todos los países de la UE que permita evaluar los productos y sistemas, que así lo requieran, bajo condiciones de uso final equivalentes a una situación típica de propagación por fachada. En otros casos, se pueden establecer limitacio­nes de diseño, requisitos de protección contra incendio (principalmente pasiva), sin perder de vista la propagación como criterio de evaluación complementario a la resistencia y la reacción al fuego.

    A pesar de la dificultad que entraña ha­cer una comparativa de las normativas de edificación en materia de seguridad contra incendios de los países europeos, en términos relativos se puede afirmar que la normativa de España está bas­tante lejos de alcanzar el mismo nivel de detalle y especificaciones en materia de seguridad contra incendios en la edifica­ción que la de otros países.

    Propuestas

    Se considera importante actuar en dos frentes diferentes:

    1. Fortalecimiento de la cultura de la seguridad. Entendiendo este concepto como la percepción colectiva del riesgo y la pre­vención. En algunos países como EE. UU. y Reino Unido, forma parte de sus prioridades a nivel educativo y cultural. En España, sigue siendo un tema poco relevante.

    2. Propuesta de modificaciones del marco normativo

    Los requisitos para fachadas en el CTE deberían adaptarse a las diferentes ti­pologías de edificios, atendiendo espe­cialmente a su altura y la dificultad que presente tanto su evacuación como el acceso de los equipos de bomberos.

    Para edificios de gran altura (EGA) o de difícil acceso para bomberos, donde puede quedar comprometida su inter­vención y poner en peligro la evacuación de los ocupantes, se debería garantizar una propagación lenta y limitada del fue­go y los humos tóxicos que genera. Para este fin se propone:

    a. Limitar la utilización de materiales y productos a aquellos no combusti­bles, como máximo, A2-s1, d0, con el objetivo de reducir al mínimo la emi­sión de humos y la propagación por caída de gotas.

    b. Equipar las cavidades de aire de las fachadas ventiladas con barreras cor­tafuegos verticales y horizontales, con el objetivo de limitar la propagación por efecto chimenea que se produce en su interior. Para edificios no considerados EGA y de fácil acceso para bomberos, los re­querimientos pueden ser menos estric­tos. Se propone lo siguiente:

    a. Limitar la utilización de materiales y productos a aquellos con una com­bustibilidad baja y contribución al fuego limitada, como máximo, B-s2, d0, con el objetivo de reducir la emi­sión de humos y evitar la caída de gotas.

    b. En aquellas fachadas que soportan vías de evacuación, limitar la utili­zación de materiales y productos a aquellos no combustibles, como máximo, A2-s1, d0.

    c. Equipar las cavidades de aire de las fachadas ventiladas con barreras cortafuegos verticales y horizonta­les, con el objetivo de limitar la pro­pagación por efecto chimenea que se produce en su interior.

    Incluir en la regulación, casos espe­ciales especialmente destacados en la propagación de incendios por el exterior, como es el caso de los patios de luces y patios interiores de manzana. Tratar es­tos como fachada y dada la dificultad de acceso a estos espacios de los equipos de bomberos, limitar la utilización de ma­teriales y productos a aquellos no com­bustibles, como máximo, A2-s1, d0.

    En cuanto a los ensayos de certifica­ción, es evidente que existe preocupa­ción a nivel europeo por definir el ensayo a gran escala armonizado. A nivel naci­onal, será muy importante trabajar en el ajuste de estas pruebas en los reglamen­tos locales vigentes. Estos ensayos a gran escala permitirán clasificar de forma correcta los materia­les en cuanto su contribución al fuego: reacción, resistencia y propagación. Se hace necesario en algunos casos los en­sayos a escala real porque

    En relación con la toxicidad, teniendo en cuenta su relevancia en el elevado porcentaje de víctimas de incendios, la normativa debería aplicar diferentes cri­terios según los usos y características del edificio.  Este aspecto es especialmente crítico en los edificios con ocupantes más vul­nerables (escuelas, hospitales, residen­cias, etc.) y en edificios de gran altura o en edificios antiguos rehabilitados, don­de la evacuación puede presentar mayo­res dificultades”.

    Acceso al documento completo:

    https://www.eic.cat/gfe/docs/21124.PDF



Maderamen 350