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  • 1 de abril de 2022

    Un estudio independiente pone en evidencia que la normativa contra incendios en los edificios industriales necesita mejorar
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    Barcelona – En 2018 se produjeron 7.500 incendios en industrias, aproximadamente uno cada hora, según datos de la patronal del seguro. Estos han tenido una repercusión económica de 500.000 euros de media diaria para el sector asegurador, lo que supone un 25,6% de las indemnizaciones. La tendencia no disminuye sino, por el contrario, en el primer semestre de 2019, los indicadores señalaron un aumento de un 8%. 
    Además, existe una clara tendencia al alza de la actividad inmobiliaria dedicada a la logística y una creciente proliferación y demanda de instalaciones de paneles fotovoltaicos en las cubiertas de edificios industriales, con el consiguiente riesgo de accidentes que acaben en incendios si no se instalan los productos adecuados.
    Estos datos, entre otros, han sido recogidos en el informe ‘Análisis de la Seguridad Contra Incendios en Edificios Industriales’ realizado por la consultora PIXELING para APICI (Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección Contra Incendios) y que ha contado con la colaboración de CISE (Ciencias de la Seguridad de la Universidad de Salamanca), el prestigioso profesor Brian Meachan, quien ha revisado y aportado su conocimiento al proyecto y el patrocinio de ROCKWOOL, empresa líder fabricante de aislamiento de lana de roca. 

    El auge de las instalaciones fotovoltaicas para afrontar el cambio climático 
    El futuro de la energía fotovoltaica en España está garantizado, tal y como demuestra el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que traza la meta de un sector eléctrico 100% renovable en 2050, con una etapa intermedia del 74% en 2030.
    Las instalaciones fotovoltaicas son una manera sostenible de afrontar el cambio climático y la descarbonización de los edificios, ya que generan energía renovable, de aquí esta tendencia al alza de este tipo de instalaciones. Las cubiertas, por tanto, pasan a ser un activo de gran valor para los propietarios de estos edificios y negocios, siendo estratégico evitar los riesgos de incendio. 
     
    ¿Qué pasa cuando un edificio se incendia? ¿Podemos seguir hablando de sostenibilidad?
    Cuando un edificio se incendia, la sostenibilidad queda totalmente comprometida, pues tiene impactos medioambientales (contaminación en general y no reciclabilidad de materiales), sociales (pérdida de empleo e interrupción de servicios) y económicos (altos costes de remediación o lucro cesante). Por ello, debe vincularse de manera decidida la resiliencia al fuego de los edificios a la sostenibilidad si estamos pensando en un desarrollo sostenible de nuestra sociedad.
     
    Los materiales aislantes que utilicemos sí importan en el riesgo de incendio
    El Informe muestra la realidad de estos siniestros. En España, en la mayoría de los casos, los incendios se propagan a través de las cubiertas, llegando a alcanzar los edificios industriales colindantes. El estudio también menciona cómo los productos aislantes utilizados en las cubiertas y fachadas tienen un impacto directo en el desarrollo del incendio. De hecho, los materiales usados en la envolvente, en particular los aislamientos, pueden ser determinantes en la magnitud y gravedad de los incendios. Por ello, la importancia de aplicar productos no combustibles en los edificios que minimicen el riesgo de incendio, como, por ejemplo, la lana de roca.
     
    La siniestralidad en esta tipología de edificios demuestra que las exigencias normativas sobre la combustibilidad de los materiales deberían revisarse
    La envolvente del edificio es una de las vías más rápidas de propagación del fuego en caso de incendio. En esta situación, la inhalación de los gases es la causa más frecuente de muerte, por encima de quemaduras o traumatismos. En función de la composición de los materiales y de la evolución del incendio, entre otros aspectos, los gases emitidos pueden ser altamente tóxicos y poner en riesgo a los usuarios y a las brigadas de extinción en caso de incendio. 
    A pesar de esta realidad, la reglamentación actual permite el uso de materiales combustibles en las fachadas y cubiertas de nuestros edificios industriales. Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de ROCKWOOL Peninsular explica que: “Este estudio pone en evidencia la necesidad de una revisión en el reglamento de edificios industriales en cuanto al nivel de riesgo aceptable. El uso de materiales combustibles en las fachadas y cubiertas de los edificios industriales aumenta la carga de fuego en caso de incendio, y conlleva otros graves problemas adicionales, como la toxicidad de los humos”. 



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