Más de seis millones de personas en la zona ecológica de la sabana de Ghana dependen del combustible de madera y del carbón vegetal para el uso diario, y esto representa solo una fracción de los más de 2.4 millones de personas en todo el mundo que dependen de la leña y el carbón vegetal para cocinar, obtener energía e ingresos.
Las prácticas insostenibles en la producción de carbón vegetal han llevado a la deforestación y la degradación del medio ambiente del país y continúan haciéndolo. Estos desafíos ambientales se ven agravados por la severa estación seca de Ghana, durante la cual la abundante hierba de la sabana a menudo alimenta los incendios forestales característicos de esos meses. Los incendios pueden diezmar los cultivos y, en consecuencia, amenazar la seguridad alimentaria.
Ahora, la hierba de sabana se puede utilizar para alimentar estufas gracias a un nuevo método de producción de carbón desarrollado y probado como parte de una iniciativa del Instituto Millar de Estudios Transdisciplinarios y de Desarrollo (MITDS), con el apoyo financiero y técnico del Fondo Forestal y Agrícola (FFF) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El nuevo método de producción tiene como objetivo capitalizar el potencial de los pastos de la región, ayudando a reducir el riesgo de incendios y la degradación de los bosques, al tiempo que contribuye a los objetivos ecológicos, económicos y sociales.