Pedro Garnica ha fallecido el pasado martes 17 de septiembre, tras una larga enfermedad, a los 79 años. Ha sido uno de los grandes empresarios españole de la madera del cambio de siglo,
La familia Garnica se introdujo en el mundo de la madera desde los años 40 explotando primero una plantación para pasar después a una pequeña serrería que daba tabla y tablón.
La materia prima era el Chopo y el Haya. El primero provenía de la ribera del Najerilla y el segundo de los montes de la Demanda que rodean Baños de Río Tobía.
En 1971 sobrevino la primera crisis, en parte provocadas por las factorÌas de Valencia que empezaron a comprar la madera de chopo a precios cada vez más altos para envases y sin competencia posible.
Para superar este problema imitó a sus competidores fabricando chapa en vez de tablones y así hacerse con un mercado propio. Ese mismo año se instalaron dos tornos primeros para fabricar chapa.
Un crecimiento constante
Más tarde se pasó a fabricar un producto completo; no sólo chapa, sino contrachapado y tablilla contrachapada para envases. En 1972 se compraron las máquinas: prensas manuales, encoladoras, un secadero artificial, etc.
Este producto tenía venta estacional de octubre a enero, razón por la cual se interesaron por el contrachapado “industrial” de pequeña dimensión.
Pedro Garnica, ya al mando de la empresa, se pasó al contrachapado industrial: un tablero estándar de 2,50 x 1,22 m que requiere tornos y prensas mayores y una escala superior en todo.
el mismo Pedro Garnica lo contaba así para la revista AITIM: “En esta expansión, no nos pareció oportuno seguir creciendo más en el terreno de la tabla de envase, porque es un mercado suficientemente agotado y todo lo que íbamos a poder crecer, iría en detrimento o de otros, o de la propia rentabilidad de la empresa, o de los dos a la vez”.
En una primera fase, la materia prima se compraba Francia, por lo que Garnica comenzó a fabricar la chapa allí.
En 1973 se crea la sociedad Maderas Garnica y la puesta en marcha de la fábrica de Baños del Río Tobía, a la que sucedieron las de Fuenmayor y Valencia de Don Juan. En el 83 se compró la maquinaria y en 1985 empezó a funcionar. “No sabíamos gran cosa del contrachapado industrial, pensábamos que era más parecido al contrachapado de envase de lo que fue, pero resultaron totalmente distintos y fuimos aprendiendo sobre la marcha”, decía Pedro Garnica. Y es que eran los primeros en España.
En los 2000 se cambió la denominación empresarial a GARNICA PLYWOOD, una misma marca comercial para las tres compañías, aunque cada una mantiene su entidad jurídica propia: Garnica Plywood Baños de Río Tobía, Garnica Plywood Fuenmayor y Garnica Plywood Valencia de Don Juan.
En 2018, Garnica absorbió Maderas de Llodio, especializada en pino radiata.
El Grupo en la actualidad
El grupo Garnica suma alrededor de 1.150 trabajadores. A las plantas españolas se han añadido dos en Francia y delegaciones comerciales en Madrid, países europeos y Estados Unidos. Medio millar de esos operarios están en La Rioja.
Garnica y AITIM
Garnica es titular de sellos de calidad AITIM para sus 4 fábricas, así, en palabras de Pedro Garnica “ a la hora de exportar no nos exigen más que la buena calidad y nos consideran los mejores. del mercado, nos dicen que somos como la ‘Mercedes’.
Descanse en paz Pedro Garnica, uno de los grandes.