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  • 16 de enero de 2009

    Resbaladicidad de suelos de madera
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    Son frecuentes las dudas sobre las exigencias de resbaladicidad en suelos de madera de acuerdo al CTE. En primer lugar hay que verificar que se solicita esta certificación sobre alguno de los tipos señalados en el documento de seguridad frente al riesgo de caídas del CTE es decir uso hospitalario, docente, comercial o pública concurrencia. Conviene aclarar esto porque en muchos casos se piensa que se aplica también la edificación de vivienda particular.

    Si nos encontramos en alguno de estos casos hay que mencionar que existe un dispositivo para realizar el ensayo sobre madera barnizada, porque el equipo es "genérico" para cualquier tipo de pavimento. Se trata de un procedimiento para medir la resbaladicidad ya muy antiguo, el "Péndulo Charpy", del que existen bastantes ya en España. El equipo, su manejo y su calibración están definidos en la norma de ensayo que establece el CTE, la UNE-ENV 12633. En particular AITIM recomienda hacer este ensayo con el laboratorio AIDICO (en Valencia) que tiene acreditado por ENAC tanto el equipo como la realización del ensayo, aparte de tener una gran experiencia en ensayos de resbaladicidad de todo tipo de pavimentos..

    Lamentablemente hay poca información respecto a la madera. Este mismo laboratorio realizó en 2007 unas primeras experiencias sobre distintas maderas tropicales para entarimado de exterior en crudo (sin acabado) y los resultados fueron bastante positivos, en el sentido de que se alcanzaba en todos los casos la clase de resbaladicidad 3 que es la que exige el CTE por ejemplo para piscinas en exterior o zonas interiores de especial riesgo.

    En el caso de una madera barnizada lo que influye en la resbaladicidad es por supuesto la rugosidad que pueda aportar el barniz (es de suponer que las distintas maderas de la base poco podrán influir).

    En la actualidad no se dispone de datos del ensayo de resbaladicidad de maderas barnizadas y este es un trabajo que deberían acometer los fabricantes de barnices o los fabricantes de productos de madera barnizados y que a estas alturas deberían poder aportar a sus clientes.

    Es posible que si el barniz no tiene unas prestaciones especiales anti resbaladicidad no alcance la clase 1 Hasta ahora se tienen datos sobre unos cuantos tipos de suelo laminados y los primeros ensayos de este producto no alcanzaron el umbral mínimo para la clase 1.

    Gonzalo Medina



Maderamen 350