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  • 8 de noviembre de 2010

    255 años del Jardín Botánico de Madrid
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    17 de octubre de 1775 Fernando VI ordenó la creación del Real Jardín Botánico de Madrid que se instaló en la Huerta de Migas Calientes, a orillas del Río Manzanares. Contaba con más de 2000 plantas, recogidas por el botánico y cirujano José Quer. 20 años después Carlos III ordenó su traslado a su actual emplazamiento en el Paseo del Prado donde se inaugurará en 1781. Desde su creación se desarrolló la enseñanza de la botánica y se auspiciaron expediciones a América y al Pacífico, se encargaron los dibujos de grandes colecciones de plantas y se acopiaron importantes herbarios que sirvieron de base para describir nuevas especies para el desarrollo de la ciencia. Desde 1939 depende del CSIC. Sudirector actual es Gonzalo Nieto Felinés.

    El Jardín es un oásis de 8 hectáreas en pleno centro de Madrid, justo en la 'milla de oro' cultural de la Villa (entre el museos del Prado, Thyssen, Reina Sofía y Caixa Forum. Es un entorno muy especial aunque no presenta un hábitat excesivamente bueno para el crecimiento de las plantas debido a su clima extremo. A pesar de ello alberga una enorme cantidad de especies y lógicamente se queda pequeño y por ello se está tratando de construir un jardín satélite fuera de la ciudad, en un terreno del CSIC, en la finca La Poveda, en el térmnino municipal de Arganda.
    En colecciones de planta vivas hay más de 4000 y algunas 'joyas de la corona' en cuanto a especies vivas se pueden contar algunos árboles singulares como la Celcoba, un árbol que tiene 40 m de altura o un ciprés que tiene 230 años. En 2005 se ha incorporado la colección de bonsais de Felipe González, que es también de un gran valor. Hay algún caso cde árbol novedoso, como la Volemia nobilis, o Volémica, una conífera o gimnosperma que se descubrió cerca de Sidney en Australia en el 1994 y que resultó ser sin pariente vivo cercano, un fósil viviente, de los que sólo había unos 100 ejemplares y que se incorporó hace poco y que se distribuyó sólo entre jardines botánicos. 
     
    ¿Qué características debe tener una planta para engrosar la colección del JB? El criterio es que sea una planta referenciada, cuyo origen se conozca, que tenga una serie de datos asociados y que cumplan algún criterio para que se quiera cultivar, y en este caso el criterio es el de diversidad, dentro de sus fines didácticos, uno de los cuales es dar una representación del mundo vivo que aunque con la globalización es es menos llamativo que antiguamente pero sigue teniendo un gran valor.

    Clasficación de las plantas 
    Las plantas en su día se ordenaron según el método de Linneo. Como es sabido Linneo fue un gran naturalista del siglo XVIII que fue el 1º que organizó o puso racionalización en el sistema de clasificación de las plantas. Para ello se fijó  básicamente en las flores, es decir, en el sistema sexual, sistema que a la postre no se denostró válido, aunque tuvo algunos aciertos en la medida en que representaba el orden resultante de la evolución pero en otros aspectos no estaba muy acertado. Linneo por cierto, tuvo relación con el Jardín Botánico. En la época de la Ilustración, en España había una gran sensibilidad hacia las plantas y la Corona llegó a invitar al propio Linneo a dirigirlo. Se le invitó a través del cónsul español en Suecia, pero éste declinó la invitación. Sin embargo envió  a su mejor discípulo, Pehr Löfling, que estuvo unos años recolectando e interaccionando porque a Linneo le interesaba mucho conocer la flora española, ya que sabía que era muy interesante. Además España era el puente con América y de hecho Pehr Löfling se embarco en la 1ª expedición, que fue la del Orinoco, donde  murió de fiebres en 1756. 
     
    El invernadero de Villanueva
    Fue iniciado por Sabatini y terminado por Villanueva, ambos arquitectos reales. Estuvo concebido como invernáculo, sitio para albergar plantas pero fracasó desde el principio. Una de las razones, pero no la única es que, aunque en el plano de Sabatini, se decía que estaba orientado a mediodía, en realidad estaba orientado a poniente. Los botánicos de entonces, como Casmiro Gómez Ortega, se quejaron pero prevaleció el gusto del arquitecto y aquello sigue orientado a poniente por ello al cabo de algunas décadas se dedicó a otros usos y desde 1981, tras su restauración, se dedica a espacio expositivo.
     
    El Herbario 
    Aparte de las plantas vivas, una de las joyas del Botánico es el Herbario, que después de dos siglos y medio de actividad es el más importante de la  Península Ibérica y del Mediterráneo Occidental. Tiene en torno a un millón de ejemplares con muy buena representación del Mediterráneo y también de América. El Herbario, que está muy vivo, está a disposición de los investigadores. Tiene una gran demanda de consultas, de préstamos, de visitas de trabajo presencial para investigadores. Algunas de las plantas siguen aportando información interesante, no sólo de morfología sino también desde el punto de vista genético, desde que se incorporaron los marcadores moleculares, porque son una fuente de información si el material está bien secado y prensado ya que se puede extraer ADN, amplificar y secuenciar.
     
    Investigación 
    El Botánico es también un gran centro de investigación del CSIC con varias líneas de investigación dentro del paraguas de la biodiversidad con muy distintos enfoques: comprenderla, conocer su origen y conservarla. Hay enfoques clásicos tratando de ordenar en una especie de fotografía actual de lo que tenemos y organizarlo en una especie de una taxonomía, pero también se están introduciendo nuevos enfoques como la dimensión histórica, la dimensión evolutiva que es fundamental para comprender las dimensiones de la biología.
    Si 2010 ha sido el año de la Biodiversidad 2011 va a ser el Año Internacional de los Bosques y el Jardín Botánico se ocupará de ello con programas de educación, actos, conferencias, etc.

    Las grandes expediciones a América
    La más importante fue la expedición a Nueva España, México, y regiones aledañas que tenía como función fundamental continuar la labor de Hernández, el médico de Felipe II que había comenzado una 'Flora de México' y crear allí un jardín botánico allí, que se hizo finalmente.
    En estos momentos se pueden visitar las colecciones de dibujos de José Celestino Mutis que es una muestra de arte botánico y floral pertenecientes a la Expedición de  al nuevo Reino de Granada (hoy Colombia) y a la colección privada de la coleccionista británica Shirley Sherwod.
    La colección de Mutis fue un médico gaditano que emigró a América y nunca regresó. Es en muchos sentidos la más destacada colección de dibujos especialmente en el terreno de la iconografía. Son cerca de 7000 dibujos, la mitad de ellos a color. Una obra de casi 20 años que lideró Mutis financiado por la Corona y creó una escuela de artistas botánicos en Colombia, con más de 30 artistas. Cada lámina es una obra de arte y se puede contemplar en el Pabellón Villanueva que se acaba de inaugurar. La colección está digitalizada y se puede consultar en la página web del Jardín Botánico.
     
    El programa Anthos 
    También el Jardín promueve el Programa Anthos, un sistema de información sobre plantas, con una web en la que se puede encontrar información asociada como dibujos y taxonomías. Es un sistema de mucha utilidad y corresponde a una iniciativa de Santiago Castroviejo, fallecido el años pasado y que fue director del Botánico.
     
    Presente y futuro de los jardines botánicos 
    El Botánico ha caído y resurgido de sus cenizas varias veces. Los Jardines Botánicos son instituciones muy antiguas. Los primeros oficiales son del Renacimiento (Pisa, Padua) pero en realidad son más antiguos y se usaban para plantas medicinales, con conexiones con los huertos monacales y los jardines del mundo árabe. Lógicamente los jardines botánicos actuales han hecho un esfuerzo por revitalizarse pero manteniendo sus tres funciones principales: investigación conservación y educación.
     
    Fuente: A hombros de gigantes (RNE) 


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