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  • 27 de julio de 2011

    Plan de Reconversión del Sector Inmobiliario Residencial
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    El último número de la revista del Colegio de Aparejadores de Madrid (nº 269 del BIA) publica una interesante editorial, firmada por su presidente (Jesús Paños Arroyo), de la que extraemos las siguientes ideas.

    Cuando todavía estamos inmersos en un periodo de zozobra económica, se están elaborando estudios que centran su atención en el denostado sector inmobiliario, pero con una nueva mirada hacia el futuro. Golpeado fuertemente por la crisis tras los años de bonanza, su ajuste ha tenido efectos muy negativos sobre el empleo, la economía y los ingresos públicos, pero ahora podría jugar un papel muy importante en la necesaria reactivación de la economía.

    En este sentido se menciona el Plan de Reconversión del Sector Inmobiliario Residencial, documento elaborado por la Asociación de Promotores Constructores (APCE). Este trabajo ha sido remitido al Ministerio de Fomento para que se analice conjuntamente por el citado ministerio, el sector inmobiliario y el financiero, para intentar hallar una solución que posibilite una salida a crisis en la que nos encontramos, que satisfaga a toda la sociedad. El presidente de APCE y de la Asociación de Promotores Inmobiliarios (ASPRIMA), José Manuel Galindo, lo presentó ante la Comisión de Vivienda del Congreso.

    El Plan elaborado por APCE se reafirma en la necesidad de la vivienda como vía para el desarrollo en nuestro sector y en nuestro país. El sector inmobiliario por sí solo no nos sacará de la crisis pero tampoco saldremos de la crisis sin él, sería la frase que resumiría su filosofía.  

    Reestructuración ordenada del sector inmobiliario, adecuación a la demanda real y estable de vivienda y saneamiento del tejido empresarial, son tres puntos clave para que el secror inmobiliario pueda desarrollarse en un escenario de sostenibilidad económica y social. Porque si bien es cierto que la producción cayó de forma abrupta en los últimos años y el sector tuvo que llevar a cabo un ajuste sin precedentes, también lo es, según se analiza en el Plan de reconversión, que no se ha reestructurado. Su tejido empresarial es todavía débil, se encuentra en una situación incierta y sometido a refinanciaciones temporales. Es preciso fortalecerlo para conseguir la reactivación, apostar por un sector más profesionalizado, industrializando su comportamiento y teniendo como referencia la sostenibilidad de sus propuestas.

    Pero hay un factor indispensable, sin el cual es imposible vislumbrar salida alguna y el plan presentado no tendría ninguna viabilidad: es imprescindible disponer de financiación suficiente para desarrollar nuevas promociones. Si así fuera y el sector volviera a despegar sobre la base de su reconversión, los niveles de empleo y producción se verían incrementados y los ingresos públicos contarían con más recursos, lo que repercutiría en un mayor bienestar social. Además, las empresas promotoras podrían atender los compromisos adquiridos con las entidades financieras, quienes a su vez estarían en situación de dotar de financiación al resto de sectores productivos.

    APCE ha elaborado, así mismo, una propuesta concreta con las necesidades de financiación para redimensionar el sector, generando una producción estable de 300.000 viviendas en 2015. Según este Plan, en siete años, la demanda y la oferta estarían equilibradas, y el stock, absorbido. Esto tendría un impacto concreto sobre los balances de las entidades financieras y el PIB. Pero influiría muy especialmente en la generación de empleo, principal preocupación de la sociedad española en este momento crítico. El sector inmobiliario podría así posibilitar el flujo de crédito desde las entidades finacieras hacia la economía productiva.

     



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