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  • 26 de marzo de 2012

    75º aniversario de Mapei, fabricante italiano de adhesivos para parquet
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    En 2012, Mapei está de aniversario: 75 años desde su fundación en 1937 como una pequeña empresa familiar hasta convertirse en el mayor productor mundial de adhesivos, selladores y productos químicos para la construcción. Han sido 75 años de crecimiento continuo basado en la constante inversión en I+D+i y la internacionalización.

    Mapei ha iniciado los diferentes actos de celebración de su 75 aniversario en todo el mundo. En Italia, la compañía quiso agradecer a sus clientes y amigos con la ópera Aída en un marco incomparable: la Scala de Milán, en cuya rehabilitación la empresa participó recientemente. En nuestro país, el primero de los eventos tuvo lugar el pasado 9 de marzo en las instalaciones del Cirque du Soleil en Barcelona, donde los asistentes disfrutaron de un cóctel en el Tapis Rouge instalado junto a la carpa del circo y pudieron, a continuación, ver el espectáculo Corteo. Al acto de celebración en España asistió Giorgio Squinzi, actual Administrador Único de Mapei, junto a Adriana Spazzoli, su mujer, Directora de Marketing Operativo y Comunicación de la empresa.

    Una evolución constante 

    El 12 de febrero de 1937, Rodolfo Squinzi abría una pequeña empresa familiar en Milán, Italia. En esa primera Mapei (Materiali Ausiliari Per Edilizia ed Industria), eran tres personas las que trabajaban para cubrir un vacío que habían detectado en la industria de la construcción local, con la fabricación de pinturas para interiores y exteriores, y productos de reparación de mampostería para edificios comerciales, hospitales y aeropuertos.

    Poco a poco, Mapei fue introduciendo en el mercado otros productos innovadores que satisfacían las diferentes demandas del mercado. Se demostraba ya la absoluta confianza y apuesta de su fundador por la innovación, que, a lo largo de los años, se ha convertido en el pilar fundamental de crecimiento de la compañía, junto con la internacionalización.

    Hoy Mapei cuenta con una sólida estructura multinacional con presencia en 28 países, 68 subsidiarias, con 59 fábricas en los cinco continentes y 7.500 trabajadores en todo el mundo. De éstos, 900 trabajan en los 18 centros de I+D que la empresa tiene repartidos por todo el mundo. Más de 55.000 clientes confían en los productos de Mapei a nivel global.

    I+D, el motor de crecimiento de Mapei

    Cada año, Mapei lanza al mercado 200 nuevas fórmulas desarrolladas por sus propios laboratorios de I+D. La inversión de Mapei en investigación es constante, como lo es su contacto con la comunidad científica global. El 5% de la facturación anual de la compañía se destina a la actividad de I+D que desarrolla en sus 18 centros de investigación: tres en Italia, uno en Francia, dos en Alemania, uno en Canadá, tres en los EE.UU., uno en Noruega, uno en Austria, uno en Suiza, uno en Polonia, uno en Singapur, dos en China y uno en Corea.

    También es esta división la que acapara el mayor número de nuevas incorporaciones a la compañía, que son, en su mayoría, jóvenes recién licenciados en varias disciplinas científicas.

    Todos sus laboratorios se coordinan de forma centralizada desde el Centro de Investigación Corporativo situado en Milán, cuentan con los equipos más innovadores del mercado y trabajan codo a codo con universidades de prestigio e institutos de investigación científica e industrial. 

    Sin duda, esta apuesta por la innovación ha sido uno de los ejes básicos no sólo del crecimiento de Mapei, sino que ha permitido a la compañía ser menos vulnerable a la reciente crisis que ha sacudido a todos los sectores de actividad. 

    Apuesta por la sostenibilidad

    La sostenibilidad, un término tan de boca en boca en los últimos años, no es una novedad para Mapei, que desde los años setenta lidera el mercado con el desarrollo de productos respetuosos con el medioambiente y con las personas. Actualmente, uno de los principales objetivos del Centro de Investigación Corporativo es, precisamente, la eliminación de disolventes, la progresiva sustitución de materiales tóxicos por otros no tóxicos, y el aumento del uso de materiales reciclados, así como la durabilidad de los materiales utilizados en sus productos.

    Especialización para satisfacer a los mercados locales

    Mapei cuenta con 15 líneas de productos que cada año se refuerzan y crecen con nuevos productos. La especialización es una de las claves del éxito y, para lograr satisfacer las demandas de todos sus mercados, la empresa cuenta con personal local en cada una de sus subsidiarias. Personas que están en contacto constante con los mercados y clientes locales, que les escuchan y transmiten sus necesidades a la compañía para poder así satisfacer las necesidades concretas de cada zona, bien con nuevos productos y servicios, o con mejoras en los ya existentes.

    Sin embargo, el departamento de I+D de Mapei no sólo trabaja en función de las demandas del mercado, sino que intenta siempre anticiparse a sus futuras necesidades. Esta estrategia ha permitido el crecimiento de la compañía a un ritmo del 10% anual en los últimos cinco años.

    Estrategia de internacionalización

    La estrategia de internacionalización de Mapei se basa en dos objetivos principales: estar cerca de las necesidades locales y reducir los gastos de transporte. La constante internacionalización de la compañía está directamente relacionada con el crecimiento continuo de sus ingresos en los últimos 20 años.

    La empresa inició su proceso de internacionalización a mediados de los años setenta, exportando productos a Suiza y Francia. Sin embargo, el punto de inflexión vino de la mano de los Juegos Olímpicos de Montreal (1976), cuyas pistas de atletismo se colocaron utilizando adhesivos de Mapei. Esta presencia en grandes recintos deportivos ha continuado a lo largo de los años, hasta el punto de que los productos Mapei  tienen una importante presencia en los Juegos de Londres 2012.

    A partir de entonces siguió la apertura de centros de producción en Canadá y EE.UU. Tras el fallecimiento de Rodolfo Squinzi en 1984, su hijo Giorgio asumió el cargo de Administrador Único y decidió seguir la estrategia que había iniciado su padre, completando su expansión por Europa y Asia. Así, hasta estar presentes, a día de hoy, en los cinco continentes. Sólo en los últimos 10 años, entre nuevas aperturas y adquisiciones, 20 nuevas subsidiarias se han unido al Grupo Mapei. También ha crecido considerablemente el número de empleados, pasando de los 500 en 1990 a los 7.500 actuales.

    En España, la presencia de Mapei es relativamente reciente, data de los años 90, en una primera etapa como empresa comercializadora de productos fabricados e importados desde Italia, y de final de esa misma década (1998) data la construcción de la primera fábrica y centro de excelencia de España a través de la adquisición de una empresa fabricante de morteros para fachada en Amposta (Tarragona).

     A partir de ese año 1998 y con la construcción de una segunda fábrica en Cabanillas del Campo (Guadalajara) en 2005, y junto con las delegaciones territoriales comerciales de Onda en Castellón, Badalona en Barcelona y Palma de Mallorca en las Baleares, se constituyó ya el anclaje real de la empresa en España.

    La familia Squinzi, el modelo que inspira a Mapei

    Desde su fundación hace 75 años, la familia Squinzi ha sido el centro y el modelo de funcionamiento de Mapei y, sin duda, el motivo de su éxito como Grupo. Sus propietarios han estado y están siempre cerca y en constante contacto con su equipo directivo, y están detrás de todas las decisiones económicas, financieras y estratégicas. Ha sido su decisión invertir siempre todos sus recursos en el crecimiento del Grupo y asegurar la satisfacción de todos aquellos en contacto con la compañía, sean clientes, proveedores, empleados o accionistas. 



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