Como ocurre en países de nuestro entorno (véase Francia), la presencia de termitas en los cascos históricos de las grandes ciudades está muy extendida. No en vano muchas de las estructuras de estos edificios son de madera, y además, en grandes secciones por lo que no es de extrañar que los nidos de termitas se desplacen y se desarrollen en torno a donde encuentran alimento en abundancia. El problema se acentúa si se trata de edificios en deficiente estado de conservación, con recogida de aguas saturadas o en mal estado, es decir, con humedades, muchas veces ocultas, que facilitan el desarrollo de las termitas. Este es un caso, por desgracia, también frecuente y constituye un problema importante porque, a diferencia de otros xilófagos, las termitas trabajan muchas veces de forma oculta y no se descubren sus efectos deletéreos hasta cuando no tiene remedio.
Las recientes exigencias de informes técnicos de edificios y las recomendaciones para establecer un control permanente de los mismos por medio de técnicos especializados o empresas de control de plagas van en esta línea pero hasta ahora carecían de documentos de apoyo específicos.
Mientras Francia ha tenido un desarrollo muy intenso en cuanto a evaluación de los riesgos y de normativa de acompañamiento a esos riesgos, España ha sufrido un gran retraso. Retraso que se intenta recuperar ahora a marchas forzadas coincidiendo además con el crecimiento de las construcciones de madera en entornos urbanos.
Los trabajos de este Protocolo de actuación en cascos urbanos contra las termitas están a cargo de un grupo de expertos en el seno del SC-4 del CTN 56. En principio se pretende hacer de este documento una norma aunque también puede decantarse finalmente hacia el estatus de Informe Técnico UNE. Sea como fuere los trabajos están muy avanzados y están siendo coordinados por Maite de Troya, del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias de Madrid.
Más información g.medina@aitim.es o troya@inia.es