NOTICIAS

  • 3 de marzo de 2017

    Selvicultores: Nos dejamos en el monte un magnífico recurso, que podríamos valorizar para bioenergía
    imagen_8766.jpg

    La Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), integrada en la Unión por la Biomasa, ha participado esta semana en una conferencia técnica sobre “La Biomasa en la Economía Circular”, celebrada en GENERA -Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente-, defendiendo el uso de la biomasa forestal con fines energéticos y su contribución a la economía circular.


    UN RECURSO DESAPROVECHADO

    El 67% de la superficie forestal española es de propiedad privada, en un país donde más de la mitad de su suelo (54%) es forestal, del cual un 37% está arbolado. España es el tercer país del ranking europeo en superficie arbolada. Con un ritmo de crecimiento anual en torno al 2,19%; muy superior al de la media europea, que es del 0,1%.  “Aun así, teniendo este gran potencial, con un incremento constante tanto de volumen como de superficie, nuestra tasa de extracción es sólo del 41%, mientras que en Europa es del 69%”, informó a sus oyentes Patricia Gómez Agrela, gerente de COSE.


    EL SELVICULTOR, FIGURA CLAVE PARA PRESERVAR EL MONTE

    Los propietarios forestales a través del movimiento asociativo trabajan día a día para poner en valor los recursos que tiene el monte, que son muchos, y entre ellos la biomasa forestal. Esta labor, desconocida para gran parte de la sociedad, sirve para tener masas forestales gestionadas con el fin de alcanzar su mantenimiento y potenciar el efecto sumidero, evitando el deterioro progresivo que conlleva el abandono. 


    LA BIOMASA FORESTAL EN ESPAÑA

    España es uno de los últimos países de la Unión Europea en consumo de biomasa per cápita, con sólo 0,103 tep/hab*. Finlandia tiene un consumo de 1,435 tep/hab.

    A lo largo de las últimas décadas en España se ha producido un aumento de las existencias maderables medias por hectárea arbolada que no se corresponde con el estancamiento de la producción, lo que pone de manifiesto un nivel de aprovechamiento forestal inferior a su potencial; aproximadamente entre 30-40 Mm3 de madera y biomasa se quedan anualmente sin aprovechamiento.

    Como las extracciones son inferiores al crecimiento anual, esto conlleva la acumulación de existencias en el monte que no se están valorizando, con la consiguiente pérdida de riqueza y disminución del estado óptimo de las masas forestales. Así como un incremento en el riesgo de incendio y en la gravedad de los mismos.

    En España apenas se aprovechan 6 Mt de biomasa anualmente, entre subproductos de la industria, leñas y biomasa directamente producida, de los más de 12 Mt que podrían usarse para fines energéticos:

     

    • Se podrían crear 6.000 empleos (cada 1.000t se genera 1 empleo)
    • Se podría eliminar un material peligroso para evitar los incendios forestales.
    • A nivel fiscal, esta actividad generaría a la Hacienda Pública, al menos, 16,5 M€ en cotizaciones a la Seguridad Social y otros 18 M€ en concepto de IVA, además de producir beneficios en términos de IRPF y en concepto de disminución de gastos por desempleo, ya que la gestión forestal es intensiva en mano de obra.
    • Además habría que calcular el ahorro en extinción de incendios al disminuir la carga combustible de los montes

     

     

    CASO PILOTO: PLANTA DE BIOMASA DE ANSÓ

    Patricia Gómez ilustró sus argumentos con un caso piloto de producción de bioenergía con biomasa forestal en el pirineo oscense, basado en un estudio de “métodos de valoración de bienes forestales a través de la planta de biomasa de Ansó (Huesca)” del profesor de economía forestal de la ETSI Montes-UPM-Madrid, D. Sigfredo Ortuño, cuyo análisis de la rentabilidad económica se ha hecho a través de un modelo de gestión integral del monte.

    La valoración forestal es una herramienta fundamental a la hora de tomar decisiones relativas a la gestión del proyecto de la planta de biomasa. Existen unos métodos específicos para realizar dicha valoración:

     

    • valorar la biomasa en pie para establecer el pago a los propietarios de los montes.
    • valorar el precio de la superficie forestal y, en su caso, el valor de la biomasa como vuelo forestal.
    • valorar los rodales y montes para justificar la inversión financiera y avalar los créditos.

     

    Existen algunos aspectos que complican realizar el cálculo, como la elevada duración de los turnos, lo que supone riesgo, incertidumbre sobre los flujos de caja y dificultad para fijar el tipo de interés aplicable. La producción de biomasa, al reducir los turnos de explotación, reduce estos problemas. Además, en el monte, los aprovechamientos se planifican anualmente, con lo cual es posible conocer el valor aproximado de mercado de los productos que se extraen de él.

    Entendiendo siempre la complejidad y necesidad de compatibilidad de la producción del monte, su variedad de funciones y servicios: Madera, Frutos, Pastos, Hongos, Leña, Bienes Ambientales, Caza, etc.

    En este proyecto piloto, en los trabajos previos a la puesta en marcha de la planta, se ha extraído biomasa en parcelas tipo de unas 95 has., con un coste medio de 56€/TM de astilla, incluido el pago a los propietarios de los montes, y una tasa interna de rendimiento (TIR) en torno al 12-14%; superior a las registradas en modelos de explotación de energía eólica o solar. “Se ha demostrado la viabilidad económica de este tipo de instalaciones y de la gestión integral de la biomasa forestal -concluyó Patricia Gómez Agrela-. El cuidado de la masa forestal y el aprovechamiento integral de los tratamientos, tanto de la materia obtenida directamente como de los restos provenientes de labores selvícolas (fajas auxiliares, clareos,…), representa un claro ejemplo de economía circular. La clave de la viabilidad del proyecto está precisamente en la integración, porque supone un ahorro de costes significativo”.

    Es un proyecto a largo plazo (30 años), que durante su recorrido dará empleo y fijará población en el municipio de Ansó.


    EL FUTURO DE LA BIOMASA FORESTAL

    COSE insiste en que existe en España una enorme disponibilidad del recurso, sin que actualmente se esté utilizando para otro uso.

    El fomento de la implantación de calderas de biomasa es creciente y progresa la concienciación social e institucional en torno al uso de las energías renovables. La biomasa ya no se ve como algo extraño. A juicio de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, urge resolver problemas críticos como el marco legal, la fiscalidad, estimular la demanda con garantías en el suministro, la financiación de los proyectos, la promoción de calderas o el asociacionismo forestal de cara a organizar la oferta, entre otros.

    La oportunidad económica, ambiental y social es evidente frente a la crisis territorial y energética:

     

    • Abundancia de materia prima en los bosques españoles (5-10 Mt según distintas fuentes) cuyo aprovechamiento sanea las masas forestales, pero sólo desarrollará su potencial si recibe los apoyos adecuados a nivel monte
    • Creación de empleo y desarrollo en el entorno rural
    • Reducción de la factura y dependencia energética exterior (6.500 M$ y 1,5 M TEP)
    • Precio de la energía calorífica muy competitiva (entre 0,041 y 0,046€/Kwh frente a los 0,066€/Kwh del propano, 0,059€/Kwh del gas natural ó 0,0895€/Kwh del gasóleo)

     

    Una economía circular, que no sólo requiere una materia prima sino que también aprovecha los restos de otros tratamientos, tanto del monte como de la industria, cumple con la bio economía, porque se basa en un recurso natural e inagotable, de proximidad, que genera bio productos y favorece la bio diversidad.

    1 Kg de Biomasa genera 3.500 Kcal

    1 Litro de Gasolina proporciona 10.000 Kcal

    Cuando desechamos 3 Kg de biomasa, desaprovechamos el equivalente a 1 Litro de gasolina



Maderamen 350