Las asociaciones de propietarios forestales, empresas de servicios y de la industria de primera y segunda transformación de la madera que conforman la cadena de valor de la madera, denuncian la gestión de la Administración en cuanto a la extracción de la madera quemada, lo que ha provocado importantísimas pérdidas a los propietarios gallegos. Según los datos aportados por los propietarios de montes, la madera de sierra está perdida porque la Xunta de Galicia ha tardado seis meses en gestionarla. En este sentido, debido a este retraso, dicha madera se ha azulado, degradada por un hongo, y no vale para la sierra que es lo que le da el valor final. Al no servir para los aserraderos, sólo tiene un valor residual para trituración. En esta línea, la información que ofrece la Administración no se adapta a la realidad, puesto que no diferencia entre madera para sierra y madera para trituración. La cadena de valor de la madera quiere recordar que en el marco de la reunión de los miembros de la mesa de la madera celebrada el pasado mes de noviembre, aún sin interesarle a la industria la madera quemada, se solicitó a la Consellería do Medio Rural que agilizara las cortas de la misma priorizándolas sobre las de madera verde, con el objetivo de direccionar los esfuerzos de las empresas a retirar la madera quemada del monte para que no se azulara y estropeara. Tras la celebración de la citada reunión de los miembros de la mesa de la madera, se continuaron normalmente las cortas de madera verde, mientras que la madera quemada no se sacó a subasta hasta hace poco. Los datos de madera de Montes de gestión pública son:
-Estimación de madera quemada: +/- 400.000 m3
-Madera entregada al comprador a día de hoy: ninguna
-Madera sacada a subasta a día de hoy: 250.000 m3
-Madera adjudicada en subasta: 135.000 m3 (sin poderse cortar hasta dentro de un mes)
-Subastas desiertas: 115.000 m3
-Madera pendiente de subastar: 150.000 m3 Los problemas reales con los que se encuentra en la actualidad la cadena de valor de la madera en relación con los incendios de octubre son, por un lado, las autorizaciones para madera de gestión privada y, por otro, el desprecio al acuerdo que propuso la cadena, ya en el mes de noviembre.
