Esta nueva factoría, la séptima de la empresa riojana, estará operativa en el año 2020, contará con una inversión inicial de 40 millones de euros y creará 100 empleos directos en su primera fase
Logroño, 13 de septiembre de 2018. Garnica, la empresa riojana de referencia internacional en la producción de tablero contrachapado proveniente de plantaciones y bosques sostenibles, ha confirmado hoy que se propone construir una nueva fábrica que se ubicará Troyes, en el nordeste de Francia.
La puesta en marcha de esta nueva fábrica se llevará a cabo en varias fases: las obras comenzarán en el primer semestre de 2019 y su apertura está prevista para el año 2020. Inicialmente se realizará una inversión de 40 millones de euros y se crearán hasta 100 empleos directos. La planta estará destinada a la producción de chapa de chopo.
Desde ahora y hasta 2022 está previsto que finalicen el resto de las fases del proyecto, con una inversión global de 80 millones de euros y un total de superficie construida de 40.000m2. Se prevé la incorporación de hasta 300 personas en la nueva planta, además de crear de forma adicional 500 empleos indirectos en el área rural de la zona relacionados con la construcción, el cultivo del chopo o la industria maderera.
Según ha explicado Christian Michel, CEO del grupo, “crearemos una fábrica modelo, aplicando toda la experiencia de Garnica acumulada en más de 75 años en la fabricación de contrachapados.” Los factores decisorios para la selección de Troyes como ubicación han sido la disponibilidad de materia prima, la mano de obra, las buenas infraestructuras y comunicaciones de la zona, y la cercanía a la base de clientes.
La puesta en marcha de esta nueva planta responde a la necesidad de Garnica de garantizar sus planes de crecimiento situándose cerca de plantaciones locales dedicadas al chopo. La empresa se asegura de esta forma poder dar respuesta a una cada vez mayor demanda de contrachapado por parte de sus clientes y garantizar el abastecimiento de su principal materia prima, el chopo. Este tipo de árbol es el más utilizado por la compañía para la producción de contrachapado: “se trata de una madera sostenible por su rápido crecimiento y produce un tablero muy apreciado por nuestros clientes, ya que es ideal para multitud de aplicaciones, además de ser un árbol que protege el medio ambiente al capturar el CO2 de la atmósfera”, ha explicado Pedro Garnica, Presidente de la compañía.
Garnica cuenta desde el año 2010 con otra fábrica en Francia situada en Samazan, en la región de Aquitania, que produce unos 145.000 m3 de chapa al año, tiene actualmente 155 empleados y ocupa una superficie de 17.000m2 de instalaciones. Desde la creación de esta planta hasta la fecha, Garnica ha realizado numerosas inversiones con el fin de ampliar la producción, mejorar los procesos y aumentar la capacidad de albergar materia prima.
Con estas nuevas instalaciones, y la reciente adquisición de Maderas de Llodio, Garnica sienta las bases para seguir sus planes de crecimiento. En los últimos cinco años Garnica prácticamente ha duplicado sus cifras más representativas. Con una media de crecimiento anual de 14% en los últimos ejercicios, este nuevo proyecto afianza el ambicioso plan de crecimiento de la empresa.
En la actualidad la empresa cuenta 1.100 empleados y con seis centros de producción, cinco en España y uno en Francia – al que se sumarían estas nuevas instalaciones. A finales de este ejercicio 2018 Garnica estima alcanzar unas ventas de 250 millones de euros y una capacidad de producción de 350.000 m3 de tablero contrachapado.
Acerca de Garnica:
Garnica, que nació en 1941 como un aserradero, actualmente es referente mundial en la producción de tablero contrachapado de chopo. Con una previsión de ventas 250 millones € en 2018 y una capacidad de producción de 350.000 m3 de tablero contrachapado, la compañía exporta el 93% de sus ventas. Sus principales mercados son Europa Occidental y EEUU, estando presente en más de 45 países de todos los continentes. Cuenta con seis fábricas, unas oficinas centrales y 1.100 empleados. Su modelo de producción está basado en la sostenibilidad y promueve plantaciones y bosques sostenibles como fuente de materia prima para sus productos, generando beneficios para las zonas rurales y contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
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