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  • 3 de diciembre de 2010

    Estado actual y retos del sector del palet, envase y embalaje de madera
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    El 2 de diciembre pasado se celebró en Madrid (sede del Ministerio de medio ambiente) una jornada para analizar la situación actual del sector.

    Carmen Díaz, de la Subdirección General de Sanidad Vegetal desarrolló el tema de la nueva norma NIMF-15 que ya había sido revisada por la FAO en junio de 2009 y adoptada por el Ministerio en agosto de 2010.

    Se trata de un requisito que obliga a los fabricantes de envase, embalaje y palets a tratar sus productos para que no trasmitan plagas en la exportación e importación. Las medidas de tratamiento admitidas son dos: de tipo térmico (calentando la madera a 56ºC de temperatura durante 30 minutos en el corazón de la madera) o la funigación con Bromuro de metilo.

    Los productos así tratados llevan una marca muy conocida ya, donde aparece una espiga, el código del País (ES en el caso de España), un número de registro y el tipo de tratamiento aplicado BM en el caso de bromuro y HT en el caso de tratamiento de calor. Todo ello recuadrado.

    Las inspecciones las realiza el ministerio.

    En caso de incumplimiento se notifica al país de procedencia para que tome las medidas oportunas. Las medidas a tomar van desde el tratamiento, la eliminación del envase o palet y el rechazo de la mercancía. Todo ello se realiza con el mínimo impacto sobre la carga y la máxima urgecia. 

    Existe un Registro oficial de operadores de entidades autorizadas para el marcado: normalmente son fabricantes de envase y embalaje, aunque ahora se ha ampliado a aserraderos,  empresas de reciclado y empresas aplicadoras de calor.

    Las solicitudes se presentan en el ministerio y obligan a las empresas a presentar una serie de documentación, a permitir la entrada en las instalaciones y el acceso a los archivos de proveedores y clientes.

    El ministerio efectúa una inspección de seguimiento anual por el que cobra unas tasas a las empresas. El ministerio está empeñado en que estas inspecciones sean muy rigurosas para dar seriedad y credibilidad, especialmente ante otros países.

    Las deficiencias que pudieran aparecer en las inspecciones se califican de Leves, Graves y Muy graves pudiendo llegar a la extinción de la autorización. Sin embargo la respuesta de las empresas españolas ha sido muy positiva. De las cerca de 900 empresas autorizadas sólo se han extinguido unas 4 en estos momentos.

    Casos particulares de este sistema son los embalajes reparados (menos de 1/3 de los componentes) o reciclados (más de 1/3 de los componentes).

     

    Nemátodo de la madera 

    Esta plaga tiene su origen en Norteamérica y aparece en Portugal en 2006 dando lugar a un gran número de reglamentaciones de la UE. En España se han producido dos brotes (uno en Extremadura y otro en Pontevedra. Para estos casos existe un plan de acción con unas medidas de erradicación estipuladas y una serie de controles.

    En la página web del ministerio existe información sobre estos asuntos dentro del apartado FAQs. 

     

    NORMA NEF PARA EMBALAJES

    Por su parte, Olga Moro, gerente de FAPROMA, presentó la norma NEF (acrónimo de Normativa de Embalaje de Faproma), con la que el sector resuelve un vacío de normativa y certificación privada de productos que ya habían resuelto otros países como Francia y Alemania.

    La norma la empezó a preparar ELISAVA en 2007 y recoge una experiencia del sector de casi 20 años y en la que han participado las empresas asociadas.

    El objetivo de la certificación es múltiple:

    1. Ofrecer un criterio constructivo a los embladores

    2. Dilucidar responsabilidades cuando una mercancía resulta dañada, por ejemplo.

    3.Garantizar unas calidades

    4. Fijar un estandar aplicable

    5. Protecciones mecánicas 

    Para la certificación se ha creado un reglamento y un Comité de control independiente. Las primeras inspecciones comenzarán a mediados de diciembre de 2010. Los ensayos los realizará el ITENE, centro tecnológico especializado, de Valencia.

     

    SEGURIDAD ALIMENTARIA

    Fernando Trénor, Director de FEDEMCO desarrolló la Guía de Buenas Prácticas de Fabricación e Higiene FEDEMCO

    Conforme con el Reglamento (CE) n º 2023/2006 de la Comisión de 22 de diciembre de 2006, sobre buenas prácticas de fabricación de materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos, la guía describe el sistema de Buenas Prácticas de Fabricación e Higiene (en adelante BPFH) aplicable de forma voluntaria en las industrias representadas en FEDEMCO.

    Las BPFH incluyen aquéllos aspectos de aseguramiento de la calidad e higiene que garantizan que los materiales y artículos son elaborados, controlados y distribuidos para asegurar la conformidad con la normativa vigente y con las normas de calidad e higiene adecuadas para el uso previsto. Esto significa que no ponen en peligro la salud humana o causan una modificación inaceptable en la composición de los alimentos o un deterioro de sus características organolépticas, respondiendo a las exigencias de envasadores, distribuidores, consumidores y de la administración.

    Esta guía comprende normas generales sobre BPFH a partir de sistemas de aseguramiento y control de la calidad e higiene, y su documentación, así como normas específicas adaptadas a las industrias representadas por FEDEMCO.

    Es importante destacar que este documento enumera el conjunto de criterios considerados como buena práctica para un conjunto heterogéneo de perfiles de industria dentro de la cadena de valor representada por FEDEMCO. Por esto, no se entra en estimar la importancia relativa de cada uno de cara a una evaluación global de conformidad de cada tipo de industria.

    No obstante, la guía puede inspirar o evolucionar hacia un sistema de certificación de conformidad que sí establezca una clasificación sencilla de criterios según perfiles, p. ej. en obligatorios, recomendados o indicativos.

    Además, está abierta a su evolución en función de los avances técnicos, científicos y organizativos que se produzcan en el sector, industrias, materiales, procesos, etc., y no pretende sustituir a cualquier normativa o legislación que sea directamente exigible a las industrias, si no aportar un valor añadido a las prácticas del sector.



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